Los orígenes de Cityscoot

Reservar una moto en un clic desde tu casa y cruzar la ciudad en un instante es algo habitual para mucha gente. Pero, ¿sabías que en los inicios de Cityscoot, la idea era muy revolucionaria? Es muy sencillo: ¡en Francia no existía ningún sistema de vehículo compartido sin necesidad de llave. 

¿No hay «ScootLib» en París?

París, verano de 2014. Bertrand Fleurose dirige la empresa de reparación y alquiler de motos que creó en el distrito 17 hace unos años, tras una carrera en finanzas en Londres. Apasionado de las dos ruedas, estaba convencido de su utilidad para desplazarse con facilidad por la ciudad y sabía que forman parte del paisaje parisino desde hace décadas. Las bicicletas de autoservicio Vélib existen desde 2007 y los coches compartidos Autolib desde 2011. El Ayuntamiento de París mencionaba regularmente un proyecto de «ScootLib», pero esta ambición nunca veía la luz y tardaba en materializarse. Creyendo firmemente en el crecimiento de la movilidad compartida y sostenible, Bertrand decidió trabajar en un nuevo concepto. 

Bertrand Fleurose

Primer proyecto: bono, estaciones y taller

Convencido de la oportunidad que tenía que aprovechar, el empresario parisino crea una nueva empresa a la que llama e-Scootup y propone una primera presentación del proyecto. Este es su modelo de negocio, tal y como se definió al principio de la startup:

«Descripción del servicio: Se colocan puestos de motos eléctricas de 50cc en ciudades o diversas empresas. Las motos están disponibles para su uso inmediato para una clientela de abonados, con la posibilidad de reservarlas a través de internet, pc, tablet o smartphone de 15 a 1 minuto antes de coger la moto. Los formularios de inscripción tardan una media de 5 minutos. El servicio se factura a 2 euros por tramo de 15 minutos. El usuario puede finalizar el alquiler en la estación que desee.»

Ya era un buen comienzo para embarcarse en esta aventura y sí, esta era exactamente la idea que pronto se convertiría en Cityscoot.

Hay varios puntos interesantes: los aparcamientos, el taller, el bono y la facturación de 15 minutos. Todo esto, hoy nos parece bastante obvio y necesario. En el momento en que Bertrand escribía estas líneas, la palabra free floating no es muy conocida, el momento era propicio para la expansión mundial de este sistema basado en estaciones, especialmente para compartir bicicletas (¡mecánicas, no eléctricas!). El único operador de patinetes de uso libre del mundo se encontraba en San Francisco y se llamaba Scoot Network. Su flota sigue siendo confidencial y el concepto aún no ha sido emulado en otros lugares de Estados Unidos, y mucho menos en nuestro lado del Atlántico.   

Crear estaciones de motos e integrarlas en los aparcamientos existentes parecía una solución evidente para que Bertrand pudiera desplegar su servicio. 

La facturación por tramos de 15 minutos estaba retenida para la fase de prueba. La lógica del pago por minuto llegó en 2016.

El nacimiento de Cityscoot

Rápidamente, mientras se rodea de un equipo de ingenieros jóvenes, audaces y decididos, Bertrand fue capaz de tomar dos decisiones estratégicas que tuvieron un impacto duradero en el proyecto: 

1. El enfoque debe colocarse en la moto y no en el estaciones. Invirtió mucho en el sistema de a bordo para que las primeras motos fueran fáciles de controlar y transmitieran el máximo de información.
2. A principios de 2015, se abandona el concepto de estaciones

En el salon des maires (2014) escribió «la reserva se hará en tres clics», una promesa que se ha mantenido hasta 2020… cuando se pasó a un solo clic.

El ADN de la empresa surge de sus dos decisiones: un objeto (App) conectado a la moto, hecha para durar, capaz de reportar mucha información sobre su estado y una experiencia de usuario simplificada, sin estaciones, que permita reducir la polución y acelerar el despliegue en la ciudad. Ha nacido Cityscoot.

La elección de una moto robusta y eléctrica fabricada en Europa. Sin comentarios sobre el diseño del primer logo 🤫

Magnífica acogida del público

Varios socios ayudaron a Cityscoot a desarrollarse:

• Govecs, el fabricante alemán de motos eléctricas que ofrece vehículos fiables y cómodos. Imprescindible para circular con seguridad.
• Lease Plan, que financia la creciente flota. Sí, cientos (y más adelante miles) de motos que no son baratas.  
• Allianz, que asegura a los usuarios del servicio contra todo riesgo. Este es otro de los requisitos previos para un comienzo seguro en la carretera.

Se llevó a cabo un periodo de prueba de varios meses, y la respuesta de las primeras personas que probaron el servicio fue excelente. Apreciaron la facilidad de uso de la aplicación y de la moto, se convencieron por la innovación técnica y a menudo se sorprendían por el silencio total del vehículo. El área de servicio, estaba situada inicialmente en el centro de París y se ha ido ampliando poco a poco.

Bertrand obtuvo la confianza de varios inversores selectos, sobre todo institucionales, Cityscoot tuvo los medios para lograr sus ambiciones y podrá transformar la movilidad en la ciudad. 

Junio de 2015, presentación del servicio al Ayuntamiento de París. El proyecto fue aclamado porque son compartidos, sostenibles y silenciosos. El inicio fue local.

En el segundo año de funcionamiento, la flota alcanzó las 1600 motos. Decenas de miles de parisinos se bajaron la app y crearon su cuenta Cityscoot. Realizaron casi 1,5 millones de viajes. El hipercrecimiento estaba ahí, las previsiones de Bertrand se superaron ampliamente.

¡De camino a Europa!

Como la innovación está en el centro del proyecto Cityscoot, pronto hubo nuevas funciones. El CityBoost permite a los usuarios elegir el nivel de aceleración de la moto en un solo clic desde la app y luego hace su aparición la recompensa por Fidelidad, que ofrece minutos gratis cada mes a los usuarios recurrentes. 

Aprovechando su éxito en París, el servicio se lanzó en Niza en 2018. La aventura continuó en 2019 con el lanzamiento en Milán, ¡la primera ciudad fuera de Francia para Cityscoot! y en 2020, nuevo país: nuestras motos azules y blancas dan sus primeras vueltas por la ciudad de Barcelona.

Primeras Cityscoot en la capital catalana

En los últimos años, las formas de desplazarse por la ciudad han evolucionado a gran velocidad. Las nociones de movilidad limpia, compartida y de fácil acceso son fuertes valores que lleva consigo Cityscoot hoy en día para lograr ciudades más inteligentes y más agradables para vivir. 

En la actualidad, Cityscoot consta de::

• 80 millones de euros recaudados
• más de 7000 motos en 4 ciudades y 3 países
• 320 empleados con contratos permanentes
• 270 000 usuarios

Así que si has conocido la época de los cascos grises y negros, el cierre del servicio entre la medianoche y las 7 de la mañana… ¡Has estado con nosotros desde los inicios de Cityscoot y nosotros (todo el equipo!) te agradecemos de corazón tu confianza!